El mundo de los nemes y su evolución

 

 Introducción

 

            A medida que los animales se complican aparecen ciertos cerebros, lo suficientemente complejos y desarrollados como para dar lugar a animales inteligentes como el hombre, que son capaces de transmitir información por una vía extragenética y de forma muy acelerada, a través de la cultura. Los genes son sustituidos por los nemes o unidades básicas de pensamiento (las ideas),  que también cambian, evolucionan a lo largo de las generaciones humanas y están sometidos a las mismas reglas evolutivas de los genes:

            conservación-herencia, variación-mutación y selección-ambiente.

            Lo que ocurre es que lo hacen a un ritmo mucho más acelerado. Además en estos seres inteligentes surge la consciencia: Estos seres se dan cuenta de que existen y se preguntan por sus orígenes, su misión en la vida y su futuro una vez muertos, y aceptan de mal grado la posibilidad de su total desaparición.

 

Nemes y nemomas

 

            Los nemes se pueden agrupar en complejos de mayor coherencia, los nemomas, que no equivalen exactamente a los genomas de los genes.

            Se entiende por genoma el conjunto de genes de un organismo, bien sea unicelular o pluricelular; en este último caso cada célula de este organismo tiene una copia idéntica del genoma, común a todas sus células, lo que ocurre es que según sea el tipo de célula, a lo largo de su vida, se expresan unos genes del genoma u otros.

            Los nemes se forman de otra manera y son mucho menos estables y generalmente menos duraderos: las ideas, los nemes, son mucho más “volátiles”, más inestables que los genes, pues estos tienen un soporte físico (El ADN) y los nemes, aunque parten de la actividad neuronal de los cerebros no tienen por que estabilizarse; muchos se pierden: las ideas que una determinada persona tiene y no las perpetúa, no las da importancia, se le olvidan. Otros son más duraderos, pero acaban por desaparecer: pueden difundirse a otros hombres distintos al que los produjo cuando este los comunica y pueden tener cierto éxito pero si no tienen mucha trascendencia o solo sirven para un determinado lapso de tiempo, acaban por ser olvidados y desaparecen. Por ej.  los nemes que producen una panda de chiquillos que se inventan un juego; cuando se hacen mayores, se pueden olvidar de este juego y como no ha salido de su círculo, el juego con sus nemes, se pierde en el olvido. Otros en cambio, tienen más “calado” intelectual: Se pueden difundir entre la población más o menos rápidamente y pueden perdurar cierto tiempo más o menos prolongado a lo largo de generaciones humanas. Son por ejemplo los nemes que surgiendo de mentes destacadas inducen la formulación de teorías científicas, filosóficas... las cuales perduran hasta que son superadas; estos pueden incluso sobrevivir en las nuevas teorías formuladas a la luz de nuevas épocas aunque estén en cierto modo transformados. Otros en cambio, da la impresión que una vez que han surgido no tienen perspectiva de olvidarse; por ejemplo ¡los que dieron lugar al futbol!

            Como vemos el conjunto de nemes que produce un individuo a lo largo de su vida no siempre se conservan, es más, por lo común solo perduran unos pocos, si es que lo hacen, en generaciones futuras... quizá los hijos, nietos, de esta persona recuerdan las ideas de su progenitor; todo depende de la utilidad futura para estas generaciones que puedan tener. Además unos mismos nemes pueden perdurar mas o menos tiempo en una persona, incluso toda la vida; así se dice que alguien es “de ideas fijas” o que es “inestable y cambiante” o que es flexible, tolerante, rígido, según la facilidad con que cambie de ideas, admita las de los demás, sea fiel a sus principios...

 

Base biológica de los nemes

 

 

            Los nemes no se forman y se perpetúan igual que los genes. La información genética se registra en las largas moléculas dobles de ADN, hechas de desoxirribonucleótidos. El orden o secuencia de estos es la base de la información genética. Esta secuencia, en virtud de la replicación (reproducción) del ADN se va transmitiendo generación tras generación de forma fidedigna y de esta forma se hereda la información genética y por lo tanto, las características específicas en el tiempo y se perpetúan las especies biológicas. La variación, el cambio de los genes, que permite la evolución, se consigue por errores en el procesamiento del ADN, principalmente por errores en la replicación, por acciones de agentes externos (radiaciones, moléculas químicas) que alteran el ADN y por intromisión de ciertos virus o también fragmentos de ARN/ADN móviles en el genoma de las células, con su consiguiente alteración; todos estos procesos producen mutaciones, cambios en los genes y algunas de estas mutaciones se heredan y producen variación. Mediante procesos metabólicos que tienen lugar dentro de las células, el ADN en replicación consigue los nucleótidos necesarios para fabricar las hebras hijas o de nueva formación. Para esto las células necesitan nutrirse, tomando materia y energía del medio ambiente.

         Los nemes no tienen una base material y estructural tan firme y no se perpetúan de una manera tan material, tan estable: Los nemes se fabrican en los cerebros de los humanos gracias a la actividad neuronal Las neuronas son células muy diferenciadas, muy distintas a una célula primitiva o embrionaria. Están especializadas en la transmisión de información; información que puede provenir del medio ambiente externo, o bien del medio ambiente interno, es decir del interior del animal. La transmisión se realiza en forma de impulsos nerviosos, corrientes electroquímicas que se propagan como ondas de despolarización  a lo largo de las membranas neuronales. Estas corrientes se producen por despolarizaciones de dichas membranas; en estas despolarizaciones juegan un papel determinante los iones sodio y potasio de la célula nerviosa. El tipo de información viene determinado por la frecuencia de estos impulsos nerviosos, no por su intensidad, que es siempre la misma. En la mayor parte de los animales se establece un sistema nervioso, formado fundamentalmente por neuronas, cuya complejidad aumenta paralelamente a la del animal y que permite que este se relacione adecuadamente con su entorno y que coordine todos sus actos. Aunque en los invertebrados surgen ya cerebros más o menos complejos, por ejemplo los de los insectos y los de los pulpos, es en los vertebrados en donde la complejidad de estos órganos llega al máximo; y dentro de estos animales, son los mamíferos los que alcanzan mayores cotas; y dentro de los mamíferos esto ocurre en los primates y el desarrollo máximo, hasta la fecha, tiene lugar en la especie humana. En esta especie, el almacenamiento de información llega a su máxima expresión. Este almacenamiento es lo que llamamos memoria; esta memoria, a diferencia de lo que ocurre en los genomas, se pierde al morir la persona que la tiene; es decir, en principio, los nemes se pierden con la muerte individual; pero hay procedimientos para transmitir este conjunto de nemes que forman la memoria; es a través de la cultura. De esto hablaré más adelante.

 

 

Creación de los nemes

                ¿Cómo van surgiendo los nemes y se va constituyendo el nemoma de cada persona? Aquí la herencia juega un papel mucho menos determinante que en el caso de los genes.

Desde que se forma el encéfalo en el embrión y se van organizando las neuronas, ya comienzan a trabajar y a recibir información del ambiente; en este caso del ambiente uterino, que refleja en cierto modo las vivencias de la madre durante el embarazo. Por ejemplo, es sabido que un excesivo stress de la madre en este periodo puede influir en el desarrollo del feto, naciendo los niños más “nerviosos” De ahí que los médicos recomienden a las embarazadas cierto reposo y tranquilidad. También influyen otros factores como el tabaco, drogas, alcohol, de forma negativa en el buen desarrollo del feto en general y de su sistema nervioso en particular. Por el contrario una adecuada estimulación fetal es beneficiosa para el desarrollo de este, por ejemplo, escucha de determinado tipo de música, bienestar materno.... Con esto quiero decir que los fetos ya son sensibles a lo que ocurre a su alrededor y les llega información del ambiente externo, claro está, a través de la madre. De esta forma ya se van estableciendo los primeros circuitos neuronales y ya se recogen las primeras informaciones y se registran en la gestación. En el momento de nacer, nuestro cerebro ya está totalmente estructurado y tiene todas sus neuronas.

            Aunque recientemente se ha descubierto la capacidad de multiplicación neuronal en estado adulto, esto solo se realiza en zonas muy específicas (a nivel del hipocampo) y no son muy numerosas. Se piensa que pueden reparar neuronas viejas.

             Durante la niñez y juventud el cerebro aumenta de peso y crece pero lo que aumenta en su interior son las vainas de mielina que aíslan y refuerzan muchas fibras nerviosas, y los axones y dendritas, que se desarrollan y crecen con la estimulación ambiental, formando cada vez más circuitos neuronales. El cerebro, que en el momento de nacer pesa unos 350 gramos, alcanza su tamaño adulto hacia los 18 años y pesa un promedio de 1,4 kg A los 50 años aproximadamente el peso del cerebro comienza a sufrir un descenso. El cerebro humano, al nacer posee alrededor de 100.000 millones de neuronas y desde el final de la juventud, se inicia le lento proceso de la muerte neuronal, pérdida de neuronas que puede acelerarse con el consumo de sustancias tóxicas, malnutrición o por disminución del aporte de oxígeno y glucosa necesarios para el funcionamiento cerebral.

            Así es que aunque el número de neuronas, a lo largo de la vida de la persona es ciertamente limitado, lo que no lo es tanto es el número de ramificaciones neuronales (dendritas y axones) que se pueden formar y el número de circuitos neuronales que se pueden establecer. Esto depende de la cantidad y calidad de estimulaciones cerebrales que tiene una persona a lo largo de su vida, tal como se ha demostrado experimentalmente en diversos animales. Esta capacidad de desarrollo neuroplástico del cerebro no es constante a lo largo de toda la vida humana; tiene un inicio intenso en los primeros años de la vida, para luego, en la adolescencia, estabilizarse e iniciar su declive a partir de los 20-25 años, si bien con entrenamiento adecuado, puede mantenerse cierta capacidad neuroplástica (y por lo tanto de aprendizaje), hasta edades avanzadas.

            Por otro lado, una reciente teoría, sostiene que cada neurona del cerebro, durante su actividad, genera un campo electromagnético; estos campos se superponen con la actividad sincrónica de las neuronas y forman un campo electromagnético global, que es el soporte de la conciencia

            El cerebro, inicialmente cuando se forma es como un recipiente con una determinada estructura pero vacío: los genes determinan la “forma” de este recipiente y sus potencialidades; determinan el número de neuronas y su ubicación pero es el ambiente y las experiencias vitales del individuo los factores que van a “llenar” este recipiente; a medida que transcurren estas experiencias vitales y el cerebro va siendo mas o menos estimulado, se van estableciendo circuitos neuronales que se refuerzan algunos más que otros y de esta forma se van creando, fabricando los nemes que dan lugar al pensamiento y a la cultura humanas. No solo es importante estimular al cerebro convenientemente sino hacer trabajar a éste. El pensar cuesta trabajo pero adiestra y fortalece a los cerebros, facilitando la creación y reforzamiento de los circuitos neuronales. Se puede decir que lo heredado (genes) y lo aprendido (ambiente) participan en un 50% cada uno en el rendimiento cerebral, en la inteligencia, aunque  en este tema hay división de opiniones en cuanto a este porcentaje. ¿Se hereda la inteligencia? ¿En qué porcentaje?

            Bien sea de una forma o de otra, está bastante claro que para que un cerebro se desarrolle y rinda de una forma adecuada, debe ser convenientemente estimulado y trabajado  a lo largo de la vida; el rendimiento de un cerebro y los nemes que surgen de él es y son proporcionales a la información que recibe, tanto en cantidad (intensidad) como en calidad (variedad).

            Como vemos, los nemes van surgiendo a lo largo de la vida de la persona y constituyendo su nemoma por la actividad de las neuronas del cerebro. En sociedades primitivas, prehistóricas, estos nemes estaban encaminados fundamentalmente a proporcionar una supervivencia a los humanos en su lucha con los depredadores, en su búsqueda de alimento.... es decir en las necesidades básicas para sobrevivir. A lo largo de la historia humana, esto ha cambiado, y han surgido nemes con otras finalidades secundarias como conocer el mundo que nos rodea, fabricar utensilios de diverso tipo y con diversa utilidad para el hombre, inventar distracciones para el tiempo de ocio, etc...

 

 

Evolución de los nemes

 

     ¿Cómo evolucionan los nemes? Analicemos las tres reglas que rigen la evolución de los seres vivos:

 

            Los nemes están sometidos a la conservación

 

      Es un principio básico en la evolución de la materia viva y de los genes que la organizan. La vida, de entrada, es conservadora. Todas las combinaciones genéticas y sus formas de vida resultantes si logran ser eficaces en su ambiente, tienden a estabilizarse y a conservarse a lo largo de las generaciones. Únicamente si el ambiente cambia, estos seres vivos se ven obligados a cambiar también, si quieren sobrevivir en el nuevo ambiente.

            Los genes se transmiten de dos formas: una es la transmisión vertical normal por las distintas modalidades de reproducción de los seres vivos (asexual y sexual) de padres a hijos; otra es la transmisión horizontal en una misma generación, por medio de virus (transducción), o de genes móviles, por ejemplo.

            En el mundo de las ideas, de los nemes, también hay un principio de conservación, pero la transmisión y perpetuación es diferente; los nemes se transmiten mediante el lenguaje y sus modalidades; primero gestual, después también el oral, escrito, visual, etc. esta transmisión es la base de la cultura humana. Esta transmisión, muchas veces no es tan segura y estable como en el caso de los genes. La transmisión gestual y oral son las más inestables; las que se registran en escritos, o en soportes tales como edificios, cintas de cine, de música, CDs, microchips, etc, tiene más probabilidades de perdurar, aunque no siempre se saben descifrar.

            Los diferentes cerebros de los humanos son una fábrica de pensamientos, de ideas, de nemes. Algunos cerebros son más activos en este sentido, otros más torpes.... el caso es que hay nemes de muy variado tipo; los que proporcionan una mayor supervivencia a los humanos  son los que tienen más probabilidad de perpetuación. Aunque hay que tener en cuenta ciertos matices: En el mundo de la cultura, que es donde se desenvuelven los nemes, no siempre las mejores ideas son las que más se extienden en la sociedad. Actualmente son determinantes en esta difusión los medios de comunicación. No nos olvidemos que estamos actualmente en una sociedad y en una cultura de la información y de la comunicación. Los potentes medios de comunicación como la prensa, la radio, el cine, y sobre todo la TV, y cada vez más, la informática, a través de internet, potencian enormemente la difusión y extensión de las ideas, los nemes por la sociedad, alcanzando muchos de ellos el conjunto del globo terráqueo.

            De esta forma la transmisión y evolución de los nemes es cada vez más acelerada: Piénsese en las tribus prehistóricas primitivas: su incipiente cultura se transmitía por imitación y después oralmente, de forma lenta, generación tras generación y normalmente no transcendía fuera del círculo de la tribu.

            Posteriormente, en la edad antigua, con el surgimiento de las ciudades y posteriormente de los imperios (sumerio, babilonio... romano), se extiende más la figura del mensajero, surge la escritura y la cultura y sus nemes se difunden con más facilidad, sobre todo en una misma ciudad y después a lo largo y ancho del imperio.

            Durante la edad media, las culturas occidentales, no innovan mucho, se estancan; las ideas religiosas predominantes en la época fomentan mentes dogmáticas y poco proclives a la inventiva y los nemes se perpetúan de forma bastante fidedigna a lo largo de muchas generaciones pero apenas hay innovaciones significativas.

            En la edad moderna, con el Renacimiento, se revisan las culturas griega y latina y resurgen nemes olvidados que son retomados y adaptados a la época. Por otro lado, los viajes y exploraciones a nuevos mundos (Asia, las Américas)  ayudan a transformar el pensamiento y las ideas de la época , abriendo a las mentes a estos nuevos mundos, su diversidad natural, sus pueblos, sus costumbres.... con lo cual surgen nuevos nemes.

            En la edad contemporánea suceden una serie de eventos que van a acelerar el desarrollo de las sociedades humanas: Se van abriendo camino las democracias  que crean un ambiente cultural propicio para la libertad de pensamiento y por lo tanto surgimiento de nuevos nemes; la ciencia y el método científico van adquiriendo cada vez más importancia y de la mano de los avances tecnológicos dinamizan las sociedades y el pensamiento humano. Se ha dicho que el culto de la religión ha sido sustituido por el culto a la ciencia; aunque esto sea así (hay que tener en cuenta que en la actualidad hay todo tipo de religiones y sectas), la ciencia y la tecnología son herramientas básicas que determinan en gran medida el pensamiento del hombre actual y contribuyen de forma muy importante al progreso y bienestar de la humanidad y quien sabe si no serán la solución o una de las soluciones para frenar el deterioro ambiental. El mundo actual se caracteriza por la gran difusión de las ideas de forma rápida por todo el globo terráqueo gracias a los potentes medios de comunicación antes citados. No es importante que surjan nuevos nemes, sobre todo en las democracias y regímenes semejantes sino que estos nemes junto con los antiguos pueden difundirse rápidamente y ser conocidos por personas muy alejadas al lugar de origen, debido a los medios de comunicación. En este sentido internet se ha unido a la potente TV. Cualquier persona (salvo casos de subdesarrollo extremo, o de pueblos primitivos), que tenga interés, puede, a través de la radio o la TV, enterarse de lo que ha pasado en el mundo pocas horas antes; y todos sabemos las enormes potencialidades de comunicación que proporciona internet. En la actualidad una gran cantidad de nemes diarios bullen y se extienden por la Tierra formando como una envoltura pensante equivalente a las esferas terrestres aunque invisible. En este sentido se puede utilizar el nombre de nemosfera, al igual que utilizamos el nombre de hidrosfera, atmósfera, biosfera...

 

 Los nemes están sometidos a la variación, innovación o cambio

 

            Hemos visto como los genes cambian, evolucionan, debido a que aparecen mutaciones; pero este proceso es muy lento a nivel celular y sobre todo de organismos pluricelulares. Dada la estructura material de los genes y la preciada información biológica que llevan, tiene que ser sobre todo conservadores; no pueden permitirse el lujo de cambiar “alegremente” por cualquier factor ambiental; podría ser fatal para ellos y para los seres vivos que diseñan. Los genes “miden” el cambio, tienen tiempo para evolucionar, asegurando su supervivencia. La escala de tiempo en la evolución de los seres vivos es de miles de años.; por ejemplo, se calcula que una especie de mamífero, por término medio tiene una duración de unos 3 millones de años; pero sabemos que la evolución en los seres vivos y en sus genes no se produce de una forma gradual y regular como creía los darwinistas; actualmente se cree, siguiendo a S.J.Gould, que alternan periodos graduales, de mayor estabilidad, con periodos de saltos evolutivos, más acelerados, en donde de forma más brusca se producen cambios evolutivos, debido a unas mayores presiones selectivas. Esto puede ocurrir en más o menos poblaciones y ecosistemas, es decir las presiones selectivas no tiene por que afectar a todos los seres vivos que hay en la Tierra en un determinado momento simultáneamente.

            Pero los nemes, aunque tienen un sustrato biológico que está formado por las neuronas y los cerebros que las alojan, funcionan a un ritmo más acelerado y son más inestables. En principio no tienen por que guardar información determinante para la supervivencia de la especie humana; los nemes intranscendentes a este respecto, corren el peligro de desaparecer rápidamente; lo que ocurre es que de los cerebros humanos surge una amplia variedad de nemes con múltiples finalidades; hay nemes que tienen valor de supervivencia y estos tendrán una mayor duración hasta que aparezcan otros con la misma finalidad que los sustituyan, mejor adaptados a los nuevos tiempos. Por ejemplo, los nemes que han dado lugar a las lanzas de los primitivos han sido sustituidos por los nemes que han dado lugar a las armas de tiro; las dos herramientas se utilizan, por ejemplo, para cazar animales para comer. Hay nemes que aunque no son imprescindibles para la supervivencia de la especie humana si son útiles, pues proporcionan un mayor bienestar en la vida; en las sociedades actuales, estos nemes son muy abundantes: los que dan lugar a los juegos, entretenimientos, lugares de recreo y evasión, es decir todos aquellos encaminados a cubrir los espacios de ocio de las sociedades humanas. Otros nemes, como los que dan lugar a adelantos científicos y tecnológicos, también suelen sobrevivir bastante tiempo, aunque pueden ser sustituidos por otros más eficaces, más adelante. Y como ejemplo de nemes de larga duración tenemos a ¡los que dan lugar a las religiones!

            Como vemos, según sea su finalidad y utilidad, tienen periodos de vida muy variables, pero siempre mucho menores que los genes. La información nemológica (la cultura y el pensamiento humano), evoluciona a un ritmo mucho más acelerado que los genes. Por otro lado las reglas que rigen estos cambios son mucho más variables y caóticas, como hemos visto; hay muchos más factores implicados: la utilidad, el valor de supervivencia, la menor o mayor difusión, la importancia o poderío de la persona que los fabrica....

 

            Los nemes están sometidos a la selección

 

             En la evolución de los seres vivos, la selección es clave: La naturaleza, el medio ambiente escoge los organismos que portan los genes con mayor valor adaptativo en ese momento. Estos organismos se reproducen más y mejor y transmiten sus genes a las siguientes generaciones.

            Los nemes también sufren una selección. Pero los principios que rigen esta selección son más variados. No solo se seleccionan los nemes que tienen valor de supervivencia sino también los que proporcionan una vida social e individual más agradable (nemes de ocio). También pueden prosperar nemes que dan lugar a una serie de tradiciones culturales que no tienen ninguna utilidad aparente y que se transmiten por una especie de inercia., pero que pueden enriquecer la cultura de los pueblos. Otros nemes que se perpetúan son los que fomentan la curiosidad del hombre por conocer el mundo que le rodea; aquí se incluyen muchos nemes de tipo científico, filosófico y tecnológico. También se perpetúan nemes artísticos, literarios... y todos aquellos que proporcionan placer a la especie humana.

            De todas maneras como en toda evolución, se producen estructuras y procesos irreversibles, sin marcha atrás, que se estructuran sobre los anteriores y dependen de ellos; así se habla de las estructuras evolucionarias como redes o entramados caóticos. La evolución de los nemes es un ejemplo representativo: Las cultura humana se va montando sobre la cultura/s de anteriores épocas y avanza en el sentido de que es cada vez más compleja y elaborada y proporciona mejores herramientas para conocer más y mejor el medio ambiente (la Tierra, el Universo). Por otro lado la aparición de ciertos nemes culturales significativos puede alterar, como en un ecosistema, el equilibrio cultural del momento y cambiarlo en un sentido imprevisible. Por ejemplo ahí está el surgimiento de la informática y de los ordenadores que ha cambiado el mundo; o bien el más reciente surgimiento de la ingeniería genética, de la inteligencia artificial, de la nanotecnología, que pueden llevar al hombre y a su cultura a caminos insospechados en la actualidad.

 

            Los nemes y los nemsistemas

 

            Ya hemos visto que los nemes de una persona que van surgiendo a lo largo de su vida constituyen su nemoma. Este conjunto de nemes pueden desaparecer en seguida, o bien ser mas duraderos e incluso transmitirse a generaciones posteriores, o en el mejor de los casos contribuir a formar parte de inventos, obras literarias, musicales, teorías científicas.... que se perpetúan más o menos tiempo en el devenir de la cultura humana. Lo anteriormente escrito me lleva a introducir el concepto de nemsistema. Un nemsistema es un conjunto de nemes, provenientes de una o de varias personas que están encaminados a una misma finalidad. Por ejemplo la teoría darwinista de la evolución surge de un nemsistema  creado sobre todo por Charles Darwin, aunque el se basaría probablemente en algunos nemes o ideas producidas por otras personas. Este artículo ha sido creado por un nemsistema formado principalmente por los nemes surgidos del autor, el cual ha recogido nemes culturales de personas diversas, tanto vivas como muertas. De esta forma los nemes se pueden agrupar en estructuras de mayor entidad, los nemsistemas. El conjunto de nemes que puebla actualmente la Tierra, bien aislados o agrupados en nemsistemas forman la nemosfera terrestre.

 

Conclusión

          Para concluir este artículo, indicaré que el futuro de los nemes es incierto, pues depende del futuro de las criaturas que los forman, los hombres, y el futuro de la especie humana como ya he indicado en mi artículo “Evolución de la especie humana”, es poco predecible... Es posible y hasta probable que la especie humana, si no desaparece, bien por autodestrucción o por causas ajenas a ella, evolucione hacia especies parecidas pero no iguales: esperemos que más inteligentes, menos destructivas y más felices. Lo que parece improbable es conseguir separar los nemes como entidades vivientes de sus creadores, los hombres, aunque ¡nunca se sabe las sorpresas que nos deparará el futuro si logramos sobrevivir!

 

 

Año 2002